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jueves, 23 de mayo de 2013

El principito.Maria Rodríguez,

El principito narra las historias que le cuenta un niño de un planeta diferente a un aviador que estaba solo en el desierto del Sahara por un fallo en el motor de su avioneta.
El principito cuenta su viaje para hablar de los valores que le faltan a 'las personas grandes' como dice en el libro,habla sobre la avaricia,la vergüenza,la amistad,el miedo...Define en pequeños capítulos que valores debería obtener uno en cada ocasión.
Los Boababs representaban la avaricia.Mostraba como un grupo que se mantiene unido y acorde unos con otros pueden avanzar a pesar de lo duro que sea,ya que si lo haces tu mismo acabarás solo y no avanzaras igual de rápido.
La rosa representa la amistad,cuando hay una confianza con las personas y el respeto muto.Enseña como la amistad es fundamental cuando necesitas ayuda,o cuando se sientes solo. Las espinas de la flor sirven como arma o como escusa para aparentar o ser más fuerte ante algo desconocido,y al entrañar ese respeto y conseguir esa confianza,esas espinas desaparecen.Porque son un arma de defensa ante los motivos que pueden dañarnos ya que los desconocemos.También representa el orgullo personal,que no hay que perderlo ni utilizarlo con exceso.
El rey la autoridad,la ambición por mandar,por querer que te obedezcan,pero para que lo hagan es necesario decir cosas sensatas,tener poder,y tener a gente que te escuche,porque en el caso de estar solo,te sentirás frustrado como el rey de la historia. También mostraba las vanidad,las ganas que poseía el rey porque lo admirasen 
El bebedor muestra,la forma de afrontar los problemas que poseen muchas personas,como buscamos una solución fácil que es pasar de ellos y hasta que no se olvidan tu reacción no vuelve a ser positiva como hacia este personaje,y volvía a cometer los mismo fallos,porque no soluciono ninguno,y poco a poco se le fueron acumulando.
El hombre de negocios representa la ambición de poseer los bienes materiales,que en el mayor de los casos son inútiles,y al final solo consiguen frustrarnos. Y este nos enseña como es mejor poseer cosas que carecen de valor económico,peor del que realmente nos puede servir de ayuda,y nosotros podemos serles necesarios.
El principito también habla de la rutina,como nos sometemos a ella y como nos cuesta salir o volver a entrar,y como nos ciega y nos frustra y como nos enloquece,porque al fin y al cabo todos acabamos hartos de hacer lo mismo cada día,y eso representa el farolero.
También habla sobre la sabiduría,y que no por estudiar ocho veces más que tu compañero de al lado vas a ser más inteligente,la sabiduría esta en adaptarse a cada momento que te pone la vida, y eso es lo que nos muestra el explorador y el geografo.
La serpiente representa la muerte,pero en este libro no se habla de ella como algo malo,si no como algo que tiene que suceder inevitablemente,sin remedio alguno,y por ello tienes que vivir tu vida como tu quieras,agusto contigo mismo,porque cuando te llegue esta,te sentirás satisfecho.
El Principito también menciona a esas personas (los hombres serios) que viven la vida sin planear cosas que realmente le iban a servir de satisfacción,los que no tienen imaginación,y que solo se quedan con lo material.
Este libro no le suele gustar a las personas con un trabajo,una hipoteca medio pagada,y a las personas supuestamente ya maduras, ya que ellas saben bien como vivir.Y le gusta a los niños,no creo que sea un libro para leer con siete años,pero si con nuestra edad,no por lo denso que sea el vocabulario,solo porque es cuando empiezas a hacer tu vida de 'persona grande',y es ahora cuando te das cuenta,de que todos nuestros padres son esas personas de negocios,que no van al trabajo que les guste,van para poder pagar la luz de nuestros cuartos,y si hay valores que cumplen esas personas maduras,pero hay otros mucho de los que habla el libro que carecen. Y a mi me encanta este libro,y lo recomiendo para todas esas 'personas grandes' para que se den cuenta que lo bonito no es vivir con la hipoteca pagada.Por ello el autor le dedica su libro a una persona madura,mayor,con trabajo y sus gastos pagados,para que se de cuenta de que la vida no se paga con dinero.

jueves, 16 de mayo de 2013

Nada está escrito

 El otro día estaba sentada a la mesa después de haber comido, junto a mi madre, viendo las noticias. Últimamente no me apetecía verlas, la verdad sea dicha, siempre hablaban de cosas que no entendía, que  si la prima de riesgo, que si las acciones o las condiciones que el Fondo Monetario nos imponía para poder subsistir,.. Todos aquellos recortes en la sanidad, o en la educación, la subida del IVA, o que el precio de la electricidad que cada poco roza lo inalcanzable,.. Y eso por no hablar de los casos de corrupción de unos partidos y otros o los vaivenes de la monarquía actual, vamos, un despliegue de malas noticias diarias, nunca ponen algo alegre.
En fin, estaba viendo el telediario cuando una noticia me gustó; por primera vez en bastante tiempo esta hablaba de que a pesar de la situación actual tan dura que estamos viviendo, las personas encuentran ayuda y consuelo en los demás, las familias se ayudan, los amigos te dan comida y cada día las personas están más implicadas, dan donativos a los servicios sociales y comprenden la relevancia que tiene esto en los momentos críticos.
Entonces empecé a pensar. Que quizás fuera hora de darnos cuenta de que nosotros tenemos el poder de cambiar las cosas con un pequeño gesto, con unas palabras, o sonriéndo a los desconocidos que pasan por la calle. Nos negamos a ver que nosotros somos los que siempre hemos luchado; desde la antigüedad hemos sido nosotros, el pueblo, el que ha luchado por la libertad y por un mañana mejor. Y no hablo de ideologías políticas, ni de nacionalismos, no hablo de banderas, de religiones o de sexos,  hablo de que somos poderosos y nosotros podemos con todo.
Quizás la noticia sólo sea el principio o la demostración que, tras mucho tiempo, las personas empezamos de nuevo a ser personas, a ser empáticas, a ayudarnos unas a otras, a luchar juntas, y que la caridad (Actitud solidaria con el sufrimiento ajeno, no como dicta la religión cristiana, una de las tres virtudes teologales, que consiste en amar a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como a nosotros mismos) vuelve a nacer en las personas.

Tal vez sea hora de darnos cuenta de que todo aquello por lo que nuestros abuelos lucharon, lo hemos ido dejando poco a poco, y que nosotros somos los que hacemos el futuro, nada ni nadie puede elegir por nosotros.
Pensé en todas aquellas personas que alguna vez me dijeron que ir a una manifestación por la lucha de un derecho es absurdo, porque nunca nos harán caso; es cierto, pero si no luchamos ¿Quién lo hará por nosotros?  O todas las personas que no reciclan, porque el planeta ya está perdido, o las que, cuando empieza a llover, salen en coche. Nada está perdido, porque no hay nada escrito ni nada está predestinado; el futuro (por muy idealista que suene) está por escribir, y en nuestras manos. Ahora nos toca a nosotros.



De Carmen García Méndez 4º A